En la Plaza de San Pedro, la multitud aún no se recupera del susto: tras la elección del nuevo Papa León XIV, también conocido como Robert Francis Prevost, los teóricos de la conspiración han tenido que pedir horas extra en Twitter para explicar cómo encajan las profecías de Malaquías y Nostradamus en este cónclave, y por qué el nuevo pontífice es, en realidad, el temido «Papa Negro».
Profecías, humo blanco y mucho negro
Según los expertos en profecías de sofá y tarotistas de guardia, Nostradamus ya lo había dejado clarinete en una de sus cuartetas: tras un papa extranjero (Benedicto XVI), un papa anciano (Francisco), llegaría el Papa Negro, ese que según la leyenda sería el último antes del apocalipsis, el que pondría la guinda en el pastel del Juicio Final. Y aquí es donde entra nuestro flamante León XIV, que, aunque ni es africano ni ha hecho prácticas en Hogwarts, ha conseguido que las redes ardan con la teoría de que es el mismísimo Papa Negro en persona (o en sotana).
La confusión viene de lejos. El término «Papa Negro» no es una nueva línea de moda eclesiástica, sino el apodo del Superior General de los jesuitas, por el color de su hábito y su, digamos, «influencia en la sombra». Ya con Francisco, el primer papa jesuita, la gente sacó el bingo apocalíptico, pero ahora, con León XIV, la cosa se ha puesto seria: algunos aseguran que el Vaticano ha encontrado un manuscrito secreto de San Malaquías en el que se vaticina que el último papa sería el más oscuro de todos… y no por la falta de luz en la Capilla Sixtina.
¿Y qué dice San Malaquías? ¿Se une a la fiesta?
San Malaquías, el Nostradamus irlandés del siglo XII, dejó una lista de papas que acabaría con el famoso «Petrus Romanus», el último antes del fin de los tiempos. Muchos creían que Francisco era ese Petrus, pero ahora, con León XIV, la profecía ha sido reescrita en tiempo real por los mismos que predijeron el final de «Juego de Tronos». Hay quien dice que León XIV es la reencarnación de todos los papas anteriores, pero con más followers y menos miedo a los memes.
La Iglesia responde: «No somos trending topic, somos eternos»
Mientras tanto, en el Vaticano, los cardenales han emitido un comunicado urgente: «No se preocupen, el único negro aquí es el café que tomamos para aguantar las reuniones». Sin embargo, la comunidad católica respira aliviada al ver que, al menos por ahora, el apocalipsis tendrá que esperar a que Netflix saque la serie oficial.
¿Y qué nos depara el futuro? ¿Un Papa influencer? ¿Un cónclave en TikTok?
Si algo hemos aprendido de esta historia es que las profecías siempre encuentran la forma de adaptarse a los tiempos. Hoy es el Papa Negro, mañana será el Papa de las Criptomisas o el Papa que predica desde un Tesla volador. Ya lo adelantó El Marketing Today cuando Mercadona lanzó su propia criptomoneda, y nadie se lo creyó hasta que lo vio en el ticket de la compra (ver artículo: Mercadona lanza su propia criptomoneda).
“El futuro de la Iglesia está en la nube… pero en la de Google Drive, que ahí caben todas las profecías y algún que otro meme.”
Rubén Alonso
Moraleja absurda:
Como dijo Ana Mata mientras buscaba la profecía perdida en el fondo de un bote de ColaCao:
«Si el Papa Negro no trae el apocalipsis, al menos que traiga churros para todos.»
