El Gobierno español ha anunciado su última estrategia para aumentar la recaudación fiscal: subir los sueldos y reducir la jornada laboral. Esta medida, bautizada extraoficialmente como «Operación Ordeña Bolsillos», promete llenar las arcas del Estado mientras los trabajadores celebran su aparente buena fortuna.
La ministra de Trabajo, Yolanda «Robin Hood» Díaz, ha explicado con una sonrisa enigmática: «Hemos descubierto que si la gente gana más dinero y trabaja menos, podemos cobrarles más impuestos. ¡Es brillante!».
El plan consiste en:
- Aumentar el Salario Mínimo Interprofesional a 1.184 euros mensuales.
- Reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales.
- Frotar las manos mientras se llenan las arcas del Estado.
Pepe Trabajador, un empleado de una fábrica de tapones de corcho, comentó: «¡Genial! Ahora podré pagar más impuestos. Siempre fue mi sueño frustrado».
Por su parte, María Curranta, una ejecutiva adicta al trabajo, se lamentó: «¿Cómo voy a justificar ahora mis horas extra? ¡Mi vida no tiene sentido!»
Fuentes cercanas al Ministerio de Hacienda han filtrado que el verdadero objetivo es crear una nueva generación de contribuyentes felices. «Queremos que la gente sonría mientras rellena su declaración de la renta.
Es psicología tributaria avanzada», susurró un alto cargo que prefirió mantener el anonimato.
Economistas advierten que esta medida podría tener efectos secundarios, como un aumento masivo en el consumo de gin-tonics después del trabajo y un boom en la industria de las hamacas. «Prevemos un incremento del 200% en las siestas productivas», señaló un experto.
En conclusión, mientras el Gobierno se frota las manos anticipando una lluvia de euros, los trabajadores españoles se preparan para una nueva era de prosperidad fiscal.
Como dijo sabiamente Gastre: «Si no puedes vencerlos, al menos que te suban el sueldo para poder pagar más impuestos con una sonrisa».
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